Contrario al reiterado y perverso comportamiento en Barranquilla, los jóvenes bogotanos decidieron quedarse en casa para presenciar por TV el encuentro Millonarios vs Junior por las semifinales de la Liga Colombia.

A diferencia de lo que ha venido ocurriendo en Barranquilla, cuando bajo el estricto propósito de generar sabotaje, vandalismo y destrucción un grupo se jóvenes se amparó en la denominada ‘protesta social’ para crear el caos.

Allá en Bogotá los propietarios de los negocios que funcionan en los alrededores del estadio ‘El Campín’ este domingo no sintieron temor de que sus locales fuesen objeto de vandalismo, destrucción y saqueos.

Tampoco lo sintieron los operadores del servicio público de transporte urbano, contrario a lo que ha venido ocurriendo en Barranquilla cuando los vehículos son vandalizados poniendo en riesgo la integridad física de conductores y pasajeros.

En pocas palabras, los jóvenes bogotanos dieron hoy un claro ejemplo de que el fútbol no tiene nada que ver con la protesta social. Mismo que no logran entender el grupo de jóvenes barranquilleros dedicados al vandalismo, destrucción y saqueo de los locales comerciales, cuyos propietarios han tenido que recurrir a la instalación de fachadas de defensa para protegerse de las acciones violentas. Auspiciados por instigadores, que los financian y orientan a la destrucción, llevados por un resentimiento de vieja data contra todo lo que sea bienestar en Barranquilla.